lunes, 8 de junio de 2015

¿Es normal que tu hijo diga mentiras?

A nadie nos gusta aceptar que nuestros hijos pueden llegar a actuar de manera inadecuada, y cuando el angelito de la casa empieza a decir cosas que faltan a la verdad una y otra vez, es difícil no sentir frustración.

Tampoco es raro que esto genere en el pecho del adulto confusión o miedo, en especial cuando la mentira es evidente o cuando sin importar que lo hayan descubierto, se aferra a que lo que dice es la verdad.
Para algunos progenitores es hasta cierto punto cómodo creer que estan frente a una personita chantajista. Hay algunos otros que bajo la sombra del miedo, pueden sospechar que algo esta fallando en el pequeño "tal vez se le descompuso algo" por lo que la única persona que esta haciendo algo mal y la única que tiene responsabilidad de solucionarlo es el pequeñín.

"Por mi culpa por mi culpa" es el mantra de algunos otros, que a diferencia de los anteriores, no le avientan la pelota de la responsabilidad a otros, y prefieren vivir con el temor de haber cometido un gran error que ahora hace que sus hijos sean unos "mentirositos".

Y no hay que olvidar un tercer grupo, que opinan que es algo totalmente normal, "digo, al final de cuentas todos mentimos ¿que no? No tiene nada de malo aprender desde chiquillos".

Pero quien tiene la razón? Puede ser que todos, puede ser que ninguno. Lo primero que tenemos que entender es que hay muchas razones que nos motivan a TODOS a decir mentiras, y en el caso de los niños no es diferente.

También debemos saber que hay diferentes tipos de mentira, y conocerlos nos ayudara actuar de la manera más adecuada.

¿Las mentiras pueden llegar a ser algo normal?

No tiene nada de malo que te imagines que vives en una mansión o que te codeas con celebridades a diario, pero si empiezas a hablar de ello como si fuera cierto con tus compañeros de trabajo, puede ser que empiecen a pensar cosas pésimas de ti. Es normal que los niños más pequeños aun no sepan delimitar sus deseos de la realidad, por lo menos al momento de expresarlos, por lo que en algunos casos de niños menores de 6 o 5 años es natural que digan mentiras, que en su mayoría son bastante obvias, en estos casos no hay mucho que hacer, ya que es un proceso natural del desarrollo, aunque como en todo hay que evitar los extremos, ni humillarlos por decir mentiras, ni enaltecerle de mas su gran imaginación y falta de límites.

Dejando a un lado las inocentes mentiras de los más jóvenes, o las esporádicas faltas a la verdad de algunos niños y niñas, cuando se dicen mentiras con bastante frecuencia, para causar un daño o para evadir responsabilidades, realmente estamos frente a un iceberg donde la mentira es solo la punta, solo es la señal que nos indica que el verdadero peso del problema se encuentra por debajo de estas mentiras superficiales.

Tipos de mentiras: Mentiras Funcionales

Las mentiras funcionales son las más comunes, tanto que incluso en los adultos se presentan con bastante frecuencia, como su nombre lo indica son aquellas que tienen alguna función, como evitar un castigo "yo no le pegue a mi hermanito" , conseguir un premio "hoy fui el que mas participio en clase" o hacer daño a otros "yo vi que Rosita agarro el lápiz de Ana".

No porque sean las más comunes significa que no debamos atenderlas, ya que nos indican que aun no se ha desarrollado bien el sentido de responsabilidad o de respeto, y si las solapamos estaremos fomentando sus habilidades deshonestas y manipuladoras.

En estos casos simplemente se deben reprender con firmeza (lo cual es MUY diferente a reprender con enojo, gritos, golpes o ridiculizando ). Pero lo mas importante de todo es que el menor no debe ver ningún beneficio de su mentira y en caso de ya haberlo obtenido lo debe perder.

Tipos de mentiras: Compensatorias

Imagina a un niño que le dice a sus amigos que su papá lo llevará al parque, aunque sabe bien que su padre ha fallecido, este es un ejemplo de una mentira compensatoria, son aquellas que son evidentes y que no proporcionan ningún beneficio evidente. Surgen cuando existe una carencia real en la vida del niño o niña y lo que hace es tratar de compensarla en la imaginación.

En algunos casos de pérdidas recientes, es hasta cierto punto normal que se presenten por un tiempo, pero en la mayoría de los casos son un indicador de una seria carencia, casi siempre de tipo afectiva. Lo que se puede hacer en estos casos es escuchar la "mentira" y verla como un mensaje que nos indica lo que está faltando. En caso de poder cubrir esta necesidad, lo ideal es hacerlo, en el caso contrario, solo podemos acompañar al pequeño o la pequeña en el proceso de aceptación y adaptación.

Tipos de mentiras: Mentiras por compulsión

Cuando las mentiras se vuelven abrumadoramente frecuentes, descaradas, ilógicas u obstinadas, cuando parece que la mentira ya es algo involuntario, puede que nos estemos enfrentando a un descontrol mayor que puede ir desde un total desajuste social hasta una percepción deteriorada de la realidad, en estos casos lo ideal es recurrir a la ayuda de un experto, aunque seguir algunas de las recomendaciones de los puntos anteriores puede ser un buen complemento.

los buenos padres no son aquellos que dan la apariencia de tener hijos perfectos, que nunca hacen nada fuera de lo normal, sino aquellos que observan y aprenden de lo que los niños hacen para de esa forma ayudarles en su crecimiento. Así que la próxima vez que tengas oportunidad de escuchar alguna mentira, puedes ir más allá de ignorarla y puedes tratar de identificar que verdad esta encubriendo esa mascara.




Luis Fernando Pineda Vidrio
Lic. En Psicología 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario