miércoles, 26 de agosto de 2015

Discusiones con la pareja: Algo temido pero necesario

Tener una pareja puede ser una experiencia bastante gratificante, sin embargo hasta las rosas tienen espinas, e incluso algo tan satisfactorio como una pareja tiene su lado amargo: las discusiones.

Cuando nos embarcamos en una relación nueva lo último que pensamos es que tarde o temprano se presentará el fantasma de los desacuerdos, y cuando llega este momento, nos aterra, ya que estamos programados para verlo como algo indeseable, pues lo ligamos directamente a la pérdida del afecto o lo consideramos un mensajero que viene a predecir que el fin de la se acerca. 

Estas ideas son ideales cuando hablamos de telenovelas o películas dramáticas, pero en la vida real, ver las discusiones de esta forma nos puede acarrear estancamiento personal, de pareja y  encerrándonos en círculos viciosos de inmadurez y dolor. 

Discusión y Pelea cosas muy diferentes
Antes que nada es necesario entender la diferencia entre discutir y pelear, ya que para muchas personas son sinónimos, pero decir que discutir y pelear son  lo mismo, sería como decir que el cuchillo de un asesino y el bisturí de un cirujano son lo mismo porque ambos sirven para cortar. 

Discusión es una intercambio de ideas que dos o más personas realizan cuando tienen un desacuerdo, la discusión tiene como objetivo llegar a una solución, expresando y escuchando los puntos de vista del otro, para que el resultad final sea lo más satisfactorio posible para ambos. Por otro lado una pelea es una competencia, es una lucha, donde el objetivo es vencer al rival, en una pelea cada comentario es una agresión y por lo tanto se debe descalificar todo lo que el otro diga, además no se busca llegar a un acuerdo, se busca ganar. En una pelea solo puede haber un vencedor, y todos buscan salir victoriosos sin importar que se le haga daño al otro, y esto lo justifican pensando "te hice daño, solo porque tú me hiciste daño primero".

Las discusiones no solamente son algo natural en las parejas (y en todas las relaciones) sino que son necesarias, a diferencia de las peleas.


Discutir es una habilidad que se aprende
Discutiendo adecuadamente no solo se llegan a superar las diferencias sanamente que cada desacuerdo resuelto vuelve más fuerte y madura a la pareja. 

Lamentablemente, el miedo que tenemos a discutir nos hace evitarlas si algo no nos parece nos quedamos callados, justificándonos diciendo " no quiero pelear y si le digo algo vamos a terminar peleados". El problema es que, las cosas no quedan ahí, si no compartimos lo que nos desagrada y no llegamos a acuerdos con la pareja sobre cómo solucionarlo, esa misma situación se repetirá, 2 veces, 5 veces, 10 veces y las veces que sean necesarias... pero ¿Necesarias para qué? necesarias para que explote la incomodidad, convirtiéndose en una verdadera pelea. Es de esta forma que queriendo evitar pelear, terminamos haciéndolo.

En otros casos, especialmente cuando la relación ya se ha deteriorado, pasamos directamente pelear  y estamos listos para atacar a la menor provocación, como si estuviéramos tratando con un enemigo, y no con la persona a la que decimos querer.

Ofrecer indicadores y marcadores para una buena discucion
Algunos de los puntos que puedes seguir para aprender a tener buenas discusiones que terminen en acuerdos y no en peleas son los siguientes.
1.   Acuerdo de no agresión: Si te das cuenta de que tu relación ya se basa en peleas o si quieres evitar que esto suceda, lo primero es realizar un compromiso explícito de no agresión con tu pareja, un ejemplo de esto es: "Yo estoy en esta relación porque te quiero, prometo que nunca será mi intención lastimarte y si en algún momento sientes alguna agresión de mi parte, por favor recuerda que no es mi intención y házmelo saber para tratar de solucionarlo, así como si alguna vez me siento agredido@ por ti, recordare que tu no deseas herirme, por lo que trataré de actuar con comprensión" este acuerdo es importante para evitar que por malos entendidos agredas a tu pareja y que en respuesta ella te agreda a ti, construyendo así el circulo vicioso de la pelea. 
2.   No discutir estando enojados: Así como hay personas que huyen de las discusiones hay quienes quieren hablar y tratar de "solucionar las cosas " incluso cuando no es el momento indicado. A menos de que tengas excelente control emocional, debes evitar discutir cuando, en la pareja alguno de los dos este molesto, ya que el enojo (así como todas las emociones) afecta la percepción, por lo que si están enojados será más fácil que perciban los comentarios de la otra persona como una agresión, lo que propicia el nacimiento de riñas. es recomendable que se alejen si saben que alguno de los dos o ambos tienen dificultad para controlar sus emociones para darse tiempo de "enfriar la cabeza" antes de segur intentando llegar a soluciones.
3.   Busca soluciones: en la mayoría de las discusiones mal hechas, la conversación se basa en señalar (generalmente señalar lo que el otro hizo mal). Por lo que es importante que si notas que se están enfrascados en señalar errores, contrarrestes  esto pidiendo u ofreciendo soluciones, con frases como "todo lo que dices es muy importante, y ya lo hemos hablado, ahora es tiempo de que busquemos soluciones, yo propongo que ...  ¿Tú que propones?" 
4.   Saber cuándo es tiempo de tomarse un descanso: Aunque una discusión se maneje adecuadamente, existirán veces en las que no se pueda llegar a una solución satisfactoria, por lo que  es imperante que identifiques en que momento se estanca, para que la pauses, te des un tiempo de reflexión y la retomes en otro momento. Cuando estén mas descansados y después de pensar en lo ocurrido será más fácil resolver la situación. 
5.   Saber que no todo es blanco o negro: Un error común al querer construir soluciones es pensar que uno de los dos debe tener la razón: "se hace lo que yo digo o lo que tú dices". Pero una solucion ideal es aquella en la que ambos tienen razón, donde ambos ganan, por ejemplo si la discusión se debe a que uno quiere comer chocolate  y el otro desea  helado, una solucion ideal seria: "comemos helado de chocolate" o "comemos nieve con chocolate encima" o "comemos poquita nieve y poquito chocolate" etc. etc. lo importante es no enfrascarse pensando que solo hay dos opciones.

En teoría esto suena muy fácil, sin embargo requiere un gran nivel de madurez poder llegar a ser expertos en conciliar y resolver diferencias con la pareja,  y muy probablemente te equivocarás varias veces en el camino, pero esto es normal, nadie nace siendo experto, si te resulta difícil hacer las cosas de manera correcta o si te equivocas solo deber recordar que esos tropiezos son aprendizajes y hay que seguir intentando, porque no importa cuántas veces te caigas de la bicicleta, si lo sigues intentando tarde o temprano lo harás bien. Además siempre hay profesionales dispuestos facilitarte este proceso.



Psic. Fernando Pineda

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