miércoles, 2 de septiembre de 2015

El principal error de disciplina que comenten los padres modernos

La mala conducta en niños  y adolescentes se está volviendo un problema alarmante, Cada vez es más común verlos cometer faltas de respeto que anteriormente eran algo intolerable. Está aumentando el número de familias en donde los verdaderos jefes son los pequeños del hogar, y cuidadito con contradecirlos o con decirles que hagan algo que no les apetece, porque entonces arderá Troya. ¡Qué panorama tan prometedor! ¿No lo crees?

¿En qué momento satanizaron la disciplina?
Durante el siglo pasado se dieron muchos cambios sociales y como es natural, la forma en la que percibimos la realidad cambió, anteriormente los padres se sentían con todo el derecho de propiciar "tundas" a sus hijos ante el menor signo de desobediencia. Hoy en día consideramos que esas  acciones son bárbaras, ya sea porque creemos  que hablando se soluciona todo, o porque nos tocó vivir en carne propia la era de la chancla o del cinto. 

Si bien es cierto que esos métodos eran dolorosos y desagradables, lo cierto es que... en la mayoría de los casos funcionaban, o por lo menos funcionaban más que muchos de los métodos actuales. Pero antes de que se me acuse de hereje por decir que las "tundas" funcionaban, déjame decirte que yo no estoy de acuerdo con el uso de los castigos violentos, pero no porque sea partidario de las corrientes extra sensibles que tantos problemas nos han traído, sino porque El castigo físico produce resultados impredecibles, que  incluso pueden llegar a ser contraproducentes, especialmente cuando es el único método de disciplina, de hecho en algunos casos empeora la mala conducta, o afecta el sano desarrollo del niño o la niña.

Cuando las buenas intenciones nos patean en la cara
Lo malo fue que cuando algunos padres se enteraron de lo negativo que puede llegar a ser el castigo físico,  desarrollaron temor a disciplinar a sus hijos, por miedo a lastimarlos. Curiosamente con las mejores intenciones se logran los peores resultados, pues estos padres terminaron lastimando severamente a sus hijos, al hacerles creer que el mundo gira alrededor de ellos, en pocas palabras no los prepararon  para la vida (lo cual es el objetivo PRIMORDIAL de la familia) y en el momento en que ese niño o joven se enfrente al mundo y haga algo inadecuado, el mundo no se va a tocar el corazón, y lo va a golpear sin consideración, ya que en su momento no se le enseñó que sus actos tienen consecuencias. 

la firmeza del pasado más la comprensión del presente da igual a La buena disciplina del futuro
La única razón por la que los golpes funcionaban es porque a través de ellos el niño entendía que sus acciones tienen consecuencias, por lo que si queremos aplicar disciplina efectivamente debemos tomar en cuenta que el ser humano solo aprende lo que es bueno y malo si dichas cosas le traen consecuencias buenas o malas, solamente así se enseña la disciplina.

Habrá quienes me digan "lo que escribiste es falso y cruel, si hablas con el niño te comprenderá" sin embargo esta visión se queda muy corta, ya que esto solo funciona con las personas (niños o adultos) que previamente ya han comprendido que sus acciones negativas traen consecuencias negativas y por lo tanto puede avanzar a otros niveles de moralidad más altos. Pero si quieres hablar con alguien que aún no comprende las consecuencias de sus actos, todo lo que le digas le entrara por un oído y le saldrá por el otro. Es importante entender que en la niñez se cuenta con una forma muy diferente de procesar la información, y tratar a un menor como si fuera un adulto con todos los conocimientos del bien y del mal, solamente traerá fracasos y frustración, tanto para el niño como para el adulto. 

Un error muy grande que se comete al intentar poner consecuencias, es creer que los regaños o los gritos son consecuencias, ¡PARA NADA! especialmente cuando se trata de niños que ya han aprendido a portarse mal. Ellos ya entendieron que las palabras tienen poco valor y que sin importar lo mucho que se enojen sus padres siempre se saldrá con la suya.


El objetivo de este artículo es señalar la importancia de que los padres retomen el control sobre sus hijos y que pierdan el miedo a impartir consecuencias, en otro artículo se expondrán a detalle los lineamientos y pasos específicos que puedes realizar para impartir una disciplina efectiva. Por ahora solo me queda recomendarte que reflexiones sobre las consecuencias reales que están teniendo tus hijos ¿Cómo te calificas en esta área? ¿Qué cosas estás haciendo bien? ¿Qué cosas puedes mejorar? No olvides que una autoevaluación honesta es una forma excelente para tomar el buen camino o para mantenernos en él.

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