“Todos debemos permanecer
juntos”
Aquellas familias en las que conviven abuelos, padres y nietos, son en
las que se puede presentar este estilo familiar, se caracteriza por el deseo o
necesidad de mantearse todos unidos, así como por darles su lugar a los abuelos
quienes tienen más experiencia y sabiduría que brindar.
Cuando se aplica equilibradamente:
Si se maneja de forma adecuada, este estilo de familia puede generar
lazos de apoyo bastante fuerte entre las familias, así como conservar muchos de
los conocimientos de antaño. Aunque debo de reconocer que este estilo familiar
es de los más propensos a salirse de control.
Cuando se lleva al extremo se vuelve el modelo diligente
Es muy difícil tener dos patrones, y nunca faltará quien saque provecho
de esto, precisamente este es uno de los riesgos que se presentan en este
modelo familiar, ya que los padres y los abuelos son figuras de autoridad que
no siempre respetan entre sí.
En algunas situaciones los abuelos son los que llevan por completo el
control de los hijos y los nietos, lo cual coloca a estos dos últimos en
el mismo nivel jerárquico, de esta forma no podemos esperar que los nietos
respeten a sus padres, pues para ellos son sus iguales y no una figura de
autoridad. Este descontrol en las jerarquías deja a los niños sin nadie que los
oriente, pues sus padres no les pueden ayudar a obtener la autonomía que
necesitan, ya que ni siquiera ellos mismos la han conseguido pero por otra
parte los abuelos tampoco pueden fungir como guías, ya que su experiencia puede
estar desfasada con la sociedad actual, o en otros casos están demasiados
ocupados consintiendo a sus nietos y descalificando a sus hijos, como para orientar
a los nietos.
La falta de soporte puede llevar a los menores a desarrollar vidas
llenas de ansiedad o en su defecto puede orillarlos a retar el modelo familiar,
poniéndose a prueba en situaciones que pueden ser peligrosas como uso de
sustancias o transgresiones legales.
Conclusión:
Es importante mantener la armonía familiar, y los abuelos pueden ser un
apoyo invaluable para el desarrollo de los niños, pero no es así cuando éste se
ve atrapado en una lucha de poder entre padres y abuelos. Es por esto que hay
que darle su lugar a cada miembro de la familia, todos tienen su posición en la
jerarquía, y si se respeta, será mucho más fácil la convivencia.
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